MONICA LOWENBERG
Autora Arte con el Alma poeta y pintora
miércoles, abril 03, 2019
jueves, febrero 05, 2015
HERMOSA TE DICEN
Hermosa
te dicen; Eterna Primavera, una de las más pequeñas de esta gran nación. Aun siento tu aroma a pasto recién cortado, a
tepozán, eucalipto y encino, a mantos de rosas rojas y admiro tu estampa casi
celestial.
Hermosa te dicen; Valle de las Águilas donde
a lo lejos se escucha el cantar del gorrión y el jilguero anunciando el danzar
de los disfrazados que al compás de la tambora, brincan de alegría al hallar su
tierra prometida.
Hermosa te dicen; Lugar de los que amasan la
tierra y la vieron vestida de guata blanca; Paraíso de Ensueño que tus colores
de tabachín y bugambilia se reflejan en los cielos, alegre y soleada te meses
entre tus manantiales y cascadas.
Hermosa te dicen; Tierra cálida donde nacen
el vergel y vuela el perfume de guayabo, donde los amates bailan en las
barrancas que te refrescan y las flores peregrinas cantan tu altivez.
Hermosa te dicen; Pedacito de Cielo, beso de
Dios que con tus aguas termales curas el dolor.
Teponaztli divino que los ángeles acarician entre suspiro y suspiro tu
serena insinuación.
Hermosa te dicen; Cuernavaca de mis amores,
bendito destino de sombra fresca, donde anidan bellas leyendas de lucha y
justicia que hacen eco en los corazones de quienes saborean tu encanto
magistral.
Por Mónica Löwenberg
martes, enero 20, 2015
jueves, enero 15, 2015
CABALGANDO EN TU CIELO
Mi vida, quiero ser esos brazos tibios que acaricien tu sentir,
Que endulcen tu corazón,
Esa boca que moje tus anhelos,
Esa piel en la que entregues todos tus deseos,
Quiero ser ese momento interminable de caricias y ternuras,
Ser en ti y de ti,
Fundirnos como uno solo,
Quiero ser ese jardín donde riegues tus sueños,
Donde pruebe las delicias de tu amor,
Quiero escuchar el suspiro de tu alma mientras mi corazón explota de pasión,
Ser esos besos que te hagan sentir vida,
Esos ojos donde mires tu cuerpo húmedo y cansado,
Quiero sentir como descansa sobre mí tu agitado corazón
Y ver caer la lluvia de nuestro amor cobijando tus miedos con
Un abrazo y un suspiro, te amo corazón.
Que endulcen tu corazón,
Esa boca que moje tus anhelos,
Esa piel en la que entregues todos tus deseos,
Quiero ser ese momento interminable de caricias y ternuras,
Ser en ti y de ti,
Fundirnos como uno solo,
Quiero ser ese jardín donde riegues tus sueños,
Donde pruebe las delicias de tu amor,
Quiero escuchar el suspiro de tu alma mientras mi corazón explota de pasión,
Ser esos besos que te hagan sentir vida,
Esos ojos donde mires tu cuerpo húmedo y cansado,
Quiero sentir como descansa sobre mí tu agitado corazón
Y ver caer la lluvia de nuestro amor cobijando tus miedos con
Un abrazo y un suspiro, te amo corazón.
REFLEXION
¿Qué es el arte? peor aún ¿qué es ser artista? caminando estos laberintos sin respuesta, dejo que el camino sea el conocimiento, la conversación. Probablemente no hay que entender nada. Lo mejor del arte es que no debe/quiere/puede/tiene que ser explicado, me quedo con un breve comentario y me sobran las descripciones pretenciosas. Me sobra el artista. Yo misma sobro en este ensayo.
Cada día soy menos artista de lo que creí el primer día que pensé en ello. Una vez lo fui, sin duda, cuando no era consciente de mi actividad. Cada día entiendo menos todo y últimamente mi ser anda familiarizándose con espacios, colores, formas, moldes, ordenadores divinos, movimientos,… Y es que las imágenes me hablan. Los colores, ¿quién creó los colores? ¿tienen forma los colores? Personalmente creo que hay colores que se caen al suelo de cansancio y otros que solo quieren llamar la atención, como si fueran los únicos en el mundo.
La creación es la única forma que encontré de liberación. Mi inspiración viene de diversas fuentes, hay días en que viene de los lugares más insospechados, tanto que me asustan. Y entonces, se abre un abanico de escaleras, de mundos babilónicos... si quieres bailar, bailamos. Si quieres juzgarme, te invito a cenar. El arte debería siempre recordarnos que la vida es más importante que el arte.
En todo caso mi intención es comunicar el sentir más sublime o la idea que se cae de embustera. Esto mejor lo decides tú, tú pones el adjetivo. Después de todo, yo sólo soy eso que estás pensando. ¿Quién me dio el derecho de escribir una filosofía artística de mí? Y a ti ¿quién te dio el privilegio de tener el tiempo de leerla? ¿Tú sabes? Porque yo si. El mismo tiempo que tienes lo tengo yo en este espacio de locura filosofal.
Cada día soy menos artista de lo que creí el primer día que pensé en ello. Una vez lo fui, sin duda, cuando no era consciente de mi actividad. Cada día entiendo menos todo y últimamente mi ser anda familiarizándose con espacios, colores, formas, moldes, ordenadores divinos, movimientos,… Y es que las imágenes me hablan. Los colores, ¿quién creó los colores? ¿tienen forma los colores? Personalmente creo que hay colores que se caen al suelo de cansancio y otros que solo quieren llamar la atención, como si fueran los únicos en el mundo.
La creación es la única forma que encontré de liberación. Mi inspiración viene de diversas fuentes, hay días en que viene de los lugares más insospechados, tanto que me asustan. Y entonces, se abre un abanico de escaleras, de mundos babilónicos... si quieres bailar, bailamos. Si quieres juzgarme, te invito a cenar. El arte debería siempre recordarnos que la vida es más importante que el arte.
En todo caso mi intención es comunicar el sentir más sublime o la idea que se cae de embustera. Esto mejor lo decides tú, tú pones el adjetivo. Después de todo, yo sólo soy eso que estás pensando. ¿Quién me dio el derecho de escribir una filosofía artística de mí? Y a ti ¿quién te dio el privilegio de tener el tiempo de leerla? ¿Tú sabes? Porque yo si. El mismo tiempo que tienes lo tengo yo en este espacio de locura filosofal.
viernes, noviembre 21, 2014
Entrevista para Sombra del Aire
MÓNICA LÖWENBERG, PINTORA DE LOS ACTOS HUMANOS
Por Nidya
Areli Díaz y César Abraham Vega
para Sombra
del Aire
SEMBLANZA
Mónica Löwenberg es una
artista plástica contemporánea nacida en la Ciudad de México. Sus estudios en
Diseño Gráfico preceden a su obra pictórica, por lo que ella misma declara “fueron
un puente para adentrarse en el mundo de los colores y las formas”. Ha expuesto
en diversos espacios culturales, galerías, universidades y museos, en Europa,
Estados Unidos de Norte América y México. Su obra forma parte de colecciones
privadas en México y en el extranjero. En 2012 fue galardonada con la Presea
“Jaime Morales Guillen” en Cultura y Arte de Morelos, enmarcando su 30º
aniversario como artista profesional.
Sería
demasiado arriesgado aseverar que el tema principal y recurrente en las obras
de la pintora Mónica Löwenberg es la anatomía humana, porque si bien es
evidente que la aparición de figuras humanas es un tópico numeroso en gran
parte de sus cuadros, sería injusto decir que la temática se ciñe únicamente al
cuerpo humano. Si tuviera que precisar un tema yo diría que se trata de los
actos humanos.
En
particular en la serie Arte con el Alma, los actos humanos se avocan,
principalmente, al amor físico. Prácticamente todas las pinturas utilizadas
para esta serie, son protagonizadas por una pareja de amantes que funden sus
cuerpos en un idilio de color. Löwenberg sabe manejar los contrastes de manera
abrumadora, un cuerpo vibra en un naranja radiante; el otro, al contrario, arde
en un fuego azul; la colisión entre ambos luce como un cataclismo colosal y
gozoso, rezumando pasión, derrochando color.
Los
trazos mayormente son sinuosos y sugerentes y cumplen a la perfección con su
propósito: dar movimiento. Los trazos rectos son reservados pero persistentes
para hacer patente la sensación de tensión; esa tensión convulsa que nos trae a
la mente la sensación casi acariciable de una piel trémula, de una carne tensa
y palpitante que se deshace de amor.
Por
otro lado, las texturas son limpias pero nunca sosas porque admiten sombras,
volúmenes, espacios y movimientos; la saturación lumínica que poseen los
cuadros es alta, lo que promueve que el espectador se embeba por completo de
los colores y las formas y que le salpiquen de lleno los ojos, el cerebro,
luego la piel y al final el corazón. Precisamente es esta una de las mayores
virtudes de la pintora, el paseo sensorial que nos ofrece.
Al
primer vistazo siempre será el color el que nos desaletargue los sentidos para
prepararnos para las fases subsecuentes; luego es la forma humana la que
incentiva al intelecto a desentrañar la composición pictórica; posteriormente
es la memoria corpórea de nuestra anatomía de espectadores la que se despierta
para recordar la sensación que nos produce ejecutar ciertos actos; en este
caso, el acto del amor. A la postre es la memoria intelectual la que nos asalta
al rememorar un acto específico, un recuerdo, un momento, una persona; para
rematar con el estrujo del corazón anegado en un sentimiento muy específico que
deja irresoluto un eco en el sitio más primitivo de nuestro ser, en las
entrañas. Las pinturas de Löwenberg pretenden hacer una reconstrucción del acto
humano desde su ejecución más rudimentaria hasta sus consecuencias más
metafísicas.
S.
A.: ¿Quiénes son los pintores, de todos los tiempos, a quienes consideras tus
principales influencias?
M. L.: A Salvador Dalí
lo admiro desde pequeña por su genialidad y su destreza manejando el pincel y
la perspectiva en la composición de sus obras; era magno en toda la extensión
de la palabra. También debo mencionar a
Pablo Picasso, un artista sumamente
vanguardista que constantemente rompía los esquemas académicos guiado por su creatividad,
ideas y sentimientos, mismos que transformaba
en figuras y elementos lejos de la realidad.
S.
A.: ¿Tienes un maestro en especial, con el que hayas tenido contacto, que marcó
tu perspectiva de la pintura?
M. L.: No tuve
maestros, soy una artista autodidacta, mis maestros fueron las hojas y lápices
que una y otra vez me hacían corregir o borrar o de plano romper. Aunque te diré
que recuerdo: cuando tenía cinco años mi mamá solía llevarme a un parque donde
se ponía un maestro a dar clases cuyo nombre no recuerdo y me daba mi carbón y
una pieza de hoja de cartón y nos ponía a copiar jarrones; ya sabes, lo típico.
Creo que él fue el parteaguas de mi carrera porque quizá si me hubiera dicho:
qué espantoso está tu jarrón, de plano me hubiera retirado, pero quizá me dijo
qué bonito tu jarrón y con eso tuve. En entrevistas como esta, les digo a los papás
que si su hijo tiene ganas de dibujar y pintar, lo animen, alienten y no critiquen
su trabajo; de eso podría depender que el día de mañana fuera un Picasso o un
paisajista como Velasco, porque con la práctica sale la genialidad y se afina
el talento.
S.
A.: Noto en tus obras una predilección por los colores primarios, ¿obedece esto
a algún motivo simbólico?
M. L.: Me da gusto que
me preguntes esto, ¿sabes? Nadie lo había hecho y estaba ansiosa por contar por
qué predominan los colores primarios en mi obra. Para comenzar es un
vocabulario pictórico que he encontrado fascinante y me hace sentir completa. Todo
lo que miran nuestros ojos, el jardín, el color de tu cocina, el cielo, los
muebles de tu casa, el color de ojos que tienes, todo es la suma de estos
colores, rojo, amarillo y azul, que son los colores primarios. Partiendo de
esta verdad nació en el 2007 mi colección Arte con el Alma.
El azul tiene su
temperamento: es algo frío pero pensante, es fresco a la vista; es un color
activo, audaz y normalmente en mis historias lo utilizo en la figura masculina.
El naranja que es un color secundario: es cálido, sensual, divertido, emocional;
lo utilizo en la figura femenina. Estos dos colores no se llevan, son
contrarios, pero se complementan uno a otro y no compiten. Así nació mi pareja
de Arte con el Alma. Y con esto podría platicarte del temperamento de más
colores, pero necesitaría mucho tiempo, por ejemplo, el rojo es un color muy
atrevido: siempre quiere que lo vean, si lo pones atrás él solito se pone al
frente, siempre resalta, tienes que tener mucho cuidado cuando trabajas con los
rojos porque son un reto como el negro.
Mi obra es fácil de
comprender, rompiendo con lo tradicional y entrando en lo contemporáneo, para
todo público. No necesitas comprender el arte abstracto o de alguna corriente
artística complicada, no, es simple, te toca el corazón, ya que son escenas en
donde predomina el amor que es un idioma universal. Utilizo colores vibrantes
que son sentimientos que acomodo estratégicamente en estas historias de seres
como tú y como yo, lo demás es labor del espectador, soñar y volar, diría. Es
una obra de arte narrativo, te cuenta lo que quieres escuchar, es un trabajo
que te ofrece una nueva experiencia.
S.
A.: El diseño gráfico asume una postura más comercial y utilitaria, ¿crees que,
en efecto, esto mina la creatividad del artista? Por otro lado, ¿cómo fue, en
tu persona, el salto del diseño a la pintura?
M. L.: En definitiva sí,
aunque un buen diseñador es aquel que diseña esa caja de cereales que de 15
cajas tú escoges esa; quiero decir que el diseño te induce para que tú hayas
elegido esa, el diseñador tiene que tener una creatividad extraordinaria al
igual que el artista, la diferencia entre los dos es que el diseñador trabaja
en base a las necesidades de una empresa y el artista normalmente no; entre más
libre eres de tomar la decisión del cómo hacer y trazar una obra, mejor. Mi
creatividad vuela, también hay artistas a los que se les encarga una obra
determinada; por ejemplo, me pidieron una obra para un hospital, fue un gran
reto. (Revelación, acrílico sobre tela, 2.50x2.50, Hospital Ángeles de
Tamaulipas, México).
Mi historia fue
diferente. Yo estudié diseño gráfico porque no tuve un apoyo que me orientara
vocacionalmente. Yo trabajo con los pinceles y los colores desde que tengo uso
de razón, profesionalmente tengo 30 años pintando y pensando en qué carrera se
podría mezcla los colores y las formas, dije diseño gráfico. Esta carrera me
sirvió para darle más sabor y enriquecer mi trabajo, no por nada miré hacia ese
camino y, como dice mi padre que es un hombre de éxito, todo es por algo tarde
o temprano, claro que a mí me hubiera gustado estudiar en el extranjero o en mi
país artes plásticas, no fue el momento y no me tocaba, Dios así lo quiso.
S.
A.: Hemos estado utilizando algunas de tus pinturas para ilustrar ciertos
trabajos de la poeta Sofía Mares, ¿qué piensas sobre la relación que se
establece espontáneamente entre la pintura —tu arte—y otras manifestaciones
artísticas como la poesía?
M. L.: Me siento
alagada de que mi trabajo complemente los trabajos de otros artistas y
viceversa y así se puedan enriquecer las dos obras. Pienso que hay que darle al
espectador más elementos para que vivan una nueva experiencia, por eso yo hablé
de la pintura narrativa.
S.
A.: Finalmente, ¿qué significa para ti haber sido acreedora a la presea “Jaime
Morales Guillen”?
M. L.: Antes que nada
una gran responsabilidad ya que mucha gente votó por mi trayectoria y no puedo
decepcionarlos, ahora es mi turno seguir hacia adelante. Comprendí que con
disciplina y dedicación puedes lograr todo lo que te propones, y me siento muy
contenta de tener esta presea en mi lugar de trabajo para así recordar que
siempre vale la pena poner un poco más de ti en lo que haces.
Agradezco a Sombra del
Aire por la oportunidad que me ha dado de poder platicar un poco de mi trabajo
en esta pequeña charla.
domingo, noviembre 16, 2014
Creo en ti
tec. mixta
80x100
Mónica Löwenberg
registro
Esta
es la historia de "CREO EN
TI" lo único que tienes
que hacer es dejar volar tu imaginación y leer esto que te cuento, ¿de acuerdo?
Este niño se llama Pepito; casi como el de los chistes porque no existe, bueno;
en un mundo real como el tuyo o como el mío, este pequeñín de escasos 4 añitos
vive, se divierte y aprende en una colonia perdida de nuestro país, él a
diferencia de otros niños de su edad, no asiste a la escuela a aprender cosas
nuevas, ni tampoco juega con otros pequeños del salón, ni le enseñan canciones
de CriCri, ni recibe un aplauso por su lindo dibujo o su letra A mal hecha,
tampoco le dan su desayuno del DIF ni recibe asistencia del médico cuando le
duele su oído de tanta humedad por las lluvias de estas épocas de Septiembre.
Su
casa es de lámina y lejos de tener piso de cemento solo mamá todas las noches pisotea
la tierra para que se aplane bien y en su pequeño petate Pepito pueda dormir
mejor. Él no tiene hermanitos porque
papá tuvo que partir al otro lado a trabajar el campo para poder medio mandar
algo y mamá de escasos 17 años sin estudio alguno trabaja en las afueras de la
colonia, vendiendo cajitas de cerillos y el pequeñín pasa el día afuera jugando
y aprendiendo a lo mejor cosas que no son buenas. Sus juguetes favoritos son una llanta de
bicicleta gastada y rota que el vecino le dio para jugar y unas latas de
sardinas que con un palito las hace sonar.
Pepito no sabe que es la tristeza; él se ríe y es feliz en su mundo y cuando
mamá vuelve a casa para darle café negro y un pedazo de tortilla, él se siente
dueño del mundo. Así es la historia de
este pequeño como muchos en nuestro México.
Creo
en ti; porque somos hermanos, porque somos mexicanos, porque todos merecemos la
oportunidad, porque no se te olvide el olvido que tengo, porque creo en ti
México, porque mi bandera es todo lo que tengo, ¿para dónde voy? ¿Qué será de mí?
¡No quiero ser gris! quiero tener mucho ¡color! ¡Mucha vida! Ir a la escuela tener un futuro y ser un buen ciudadano cuando sea grande.
Hagamos la diferencia tu sabes cómo.
Por
Mónica Löwenberg
Con Las Alas Rotas
CON LAS ALAS ROTAS
Déjame restaurar estas alas rotas,
Con
danza suave y melodiosa.
Déjame
curar esta huella que rompe
Mis
heridas cada vez que huyes.
Déjame
volar y husmear en los renglones de tu historia,
Y
aterrizar en ti confiadamente.
Déjame
sentir el aliento que emana de tu callada piel,
Y
que susurra el deseo sediento de calor.
Déjame
acariciarte y rozar en ti estos labios,
Y
beberme la dulzura de tu fría estampa.
Déjame
besar tu timidez,
Para
que mi alma se cobije con sosiego
Déjame
juguetear en tu suavidad,
Reír
con tu corazón,
Y
correr descalza en ti hasta el amanecer.
Déjame
escuchar esas ansias tuyas,
Desdoblar
todo sentimiento y rescatarte de ti.
Déjame
pintarte el alma con mi amor
Y
guardare los secretos de tu clamor.
Déjame
bañar mis sueños en los tuyos,
Y
anclarnos en una misma ilusión.
Por Monica Lowenberg
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